Oración para la mañana
Dios mío, te adoro y te amo con todo mi
corazón. Te doy gracias por haberme creado, hecho cristiano y haberme
conservado la vida para regalarme este nuevo día. Cristo Jesús, que me has
llamado a participar de tu cruz, hoy deposito mi vida en tus manos con sus
sufrimientos, incomprensiones, fracasos y temores, para que las unas a tu obra
redentora, como lo hizo tu Madre al pie de la Cruz.
Dígnate ofrecerla a tu Padre celestial por la
santificación de los misioneros, la multiplicación de las vocaciones
apostólicas, la conversión de los no creyentes y la extensión de tu Reino en el
mundo entero.
Maestro Bueno: Bendíceme en este día que
comienza, y haz que yo acepte con alegría los sufrimientos para mayor gloria
tuya. Dame la suficiente generosidad y todo el amor necesario para sonreír en
medio de la prueba, transmitiendo esperanza a los que me rodean. Y cuando la
cruz sea más pesada, dame la fuerza suficiente para responder como tú:
"Padre, hágase tu voluntad".
Ofrecimiento
del día
(Oración de Santa
Teresita del Niño Jesús)
Dios Mío, te ofrezco todas las acciones que
hoy realice por las intenciones del Sagrado Corazón y para su Gloria.
Quiero santificar los latidos de mi corazón,
mis pensamientos y mis obras más sencillas uniéndolo todo a sus méritos
infinitos y reparar mis faltas arrojándolas al horno ardiente de su Amor
misericordioso.
Dios mío, te pido para mí y para todos mis
seres queridos la gracia de cumplir con toda perfección tu voluntad y aceptar
por tu amor las alegrías y los sufrimientos de esta vida pasajera, para que un
día podamos reunirnos en el Cielo por toda la eternidad. Amén.
Oración por los Misioneros
Corazón de Jesús, tiende una mirada hacia
todos aquellos que no te conocen y hacia los trabajos de los misioneros, quienes,
por tu amor, han abandonado su casa, su patria y sus cariños más íntimos.
Bendice sus trabajos y concédeles la gracia de repartir el pan de la divina
Palabra entre los mendigos de la Verdad. Hazles sentir que Tú estás con ellos
en sus trabajos y preocupaciones, y dales la gracia de perseverar hasta el fin
en la vida de abnegación para la que los has escogido: Sagrado Corazón de
Jesús, por amor de tu misma gloria, protege los esfuerzos de tus Misioneros.
Amén.
Oración por las vocaciones
misioneras
Señor Dios, que admites a los hombres al
incomparable honor de asociarlos a Cristo en la obra de la salvación de las
almas, dígnate, te suplico, multiplicar entre nosotros las vocaciones y las
almas verdaderamente apostólicas.
Ensancha tu mirada y dilata nuestros
corazones, para que por encima de intereses y ambiciones terrenas, aspiremos a
triunfos superiores a los de la fuerza, para contribuir todos de esta manera,
según nuestros medios, a la extensión del Reino de Jesucristo. Amén.
Oración por las Misiones
Padre de bondad, Tu que eres rico en amor y
misericordia, que nos enviaste a tu Hijo Jesús para nuestra salvación, escucha
a tu iglesia misionera. Que todos los bautizados sepamos responder al llamado
de Jesús: "Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos".
Fortalece con el fuego de tu Espíritu a todos los misioneros, que en tu nombre
anuncian la Buena Nueva del Reino.
María, Madre de la Iglesia y estrella de la
evangelización, acompáñanos y concédenos el don de la perseverancia en nuestro
compromiso misionero. Amén.
ORACIÓN de SAN FRANCISCO JAVIER
Eterno Dios, Creador de todas las cosas:
acuérdate que tú has creado las almas de todos los hombres haciéndolas a tu
imagen y semejanza. Mira, Señor, cómo por olvidarte, millones viven en la oscuridad.
Acuérdate, Padre celestial, de tu Hijo Jesucristo, que derramando su sangre en
la cruz, padeció por toda la humanidad. No permitas que tu Hijo sea por más
tiempo menospreciado por los que no creen en Él. Escucha los ruegos y oraciones
de tus escogidos los Santos y de la Iglesia, Esposa bendita de tu mismo Hijo.
Acuérdate de tu misericordia, y olvidando su idolatría e infidelidad, haz que
ellos conozcan también al que enviaste, Jesucristo, tu Hijo, que es salvación,
vida y resurrección nuestra, por el cual somos libres y nos salvamos.
Oh Dios, que quisiste agregar a tu Iglesia
las naciones de las Indias por la predicación y por los milagros de San
Francisco Javier: concédenos que, ya que veneramos la gloria de sus insignes
merecimientos, imitemos, también los ejemplos de sus heroicas virtudes. Por
nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo por los siglos de los
siglos. Amén.
Oración para la noche
Señor y Dios mío, te adoro y te doy gracias
por este día que concluye. Te agradezco infinitamente el inmenso don de
conocerte, de haber sido bautizado y ser miembro de tu Iglesia.
Te pido por los pobres, los abandonados, los
enfermos, los que no tienen siquiera un poco de cariño, especialmente por todos
aquellos que no te conocen.
Te ofrezco el descanso y todos los momentos
de esta noche y te ruego me conserves sin pecado. Te pido perdón por todas las
faltas que pude haber cometido a lo largo de este día. A ti encomiendo mi alma
y te entrego mi vida. Toma Señor mi cansancio y hazme reposar en tu presencia.
Amén.
Padre Nuestro Misionero
Padre nuestro que estás en el cielo... Creemos Señor, que eres nuestro
Padre porque nos lo ha revelado Jesús. Pero hay una multitud de hombres que
todavía ignoran el amor de tu corazón paternal y no saben rezarte la oración
que tu mismo Hijo nos enseñó.
Santificado sea tu nombre... en tu nombre está encerrado el
mensaje de tu amor y la historia de nuestra salvación. Anunciando a los pueblos tu paternidad, la
Iglesia misionera te hace conocer a Ti y a tu enviado Jesucristo.
Venga a nosotros tu Reino... porque sólo en tu Reino,
llegamos a ser hijos tuyos y hermanos entre nosotros. Tu Reino de paz, de fe y
caridad implantan los misioneros en el corazón de la humanidad.
Hágase tu voluntad... Conocerte a Ti, reconocerte en
Cristo y amarte en el Espíritu Santo es tu voluntad. Sálvanos, Padre, para que
podamos salvar a nuestros hermanos y se cumpla así el deseo de tu hijo:
"que haya un sólo rebaño y un sólo pastor".
Danos hoy nuestro pan de cada día. "No sólo de pan vive el hombre,
sino de toda palabra que sale de la boca de Dios" y este pan de tu palabra
el mundo lo reclama. Envía predicadores de tu Evangelio para saciar a la
multitud hambrienta y sedienta de justicia y amor.
Perdona nuestras ofensas... porque hemos pensado poco en
nuestro deber de llevar a los que no te conocen la fe que recibimos
gratuitamente. Perdónanos, Señor, porque no comprendemos todavía, la grandeza
de la misericordia hacia los más necesitados.
No nos dejes caer en la tentación...
de escandalizarnos, ni de desconfiar de tu providencia amorosa ante
aquellos que o creen, después de dos mil años de la muerte en la cruz de tu
hijo por nosotros.
Líbranos del mal...
de ser insensibles a las necesidades de los que aún no te conocen. De
este mal de la indiferencia, líbranos, Señor.
Amén.
Credo Misionero
CREO en un solo Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible y lo invisible y
quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.
CREO en un solo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos, Dios verdadero
engendrado por el Padre, que por nuestra salvación fue enviado al mundo como
misionero del Padre.
Y por obra del Espíritu Santo se
encarnó de María, la Virgen y se hizo hombre. Pasó por el mundo haciendo el
bien y anunciando a los hombres la Buena Noticia del Reino de Dios. Y por
nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato. Padeció y fue
sepultado, y resucitó al tercer día según las Escrituras. Antes de subir al
cielo, fundó su Iglesia como sacramento de salvación, y envió a los Apóstoles a
todo el mundo, para predicar el Evangelio a todos los hombres. Y subió al
cielo, y está sentado a la derecha del Padre, y de nuevo vendrá con gloria a
juzgar a vivos y muertos, y su Reino no tendrá fin.
CREO en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del
Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria y que
habló por los profetas. El es el protagonista de la misión, que guía e impulsa
a la Iglesia a cumplir con el mandato de evangelizar.
CREO en la Iglesia que es una, Santa, Católica y Apostólica, nacida de la
acción evangelizadora de Jesús y de los Doce, y enviada para prolongar y
continuar su misión hasta el fin de los tiempos.
CREO que evangelizar constituye la
dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Ella existe
para evangelizar. Que la misión de la Iglesia se halla todavía en los comienzos
y que debemos comprometernos con todas nuestras energías en su servicio.
CONFIESO que hay un solo bautismo para el
perdón de los pecados
ESPERO la resurrección de los muertos y
la vida del mundo futuro .
Amén.
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