miércoles, 2 de septiembre de 2015

DIA MISIONERO EN ORACION



Oración para la mañana
Dios mío, te adoro y te amo con todo mi corazón. Te doy gracias por haberme creado, hecho cristiano y haberme conservado la vida para regalarme este nuevo día. Cristo Jesús, que me has llamado a participar de tu cruz, hoy deposito mi vida en tus manos con sus sufrimientos, incomprensiones, fracasos y temores, para que las unas a tu obra redentora, como lo hizo tu Madre al pie de la Cruz.

Dígnate ofrecerla a tu Padre celestial por la santificación de los misioneros, la multiplicación de las vocaciones apostólicas, la conversión de los no creyentes y la extensión de tu Reino en el mundo entero.

Maestro Bueno: Bendíceme en este día que comienza, y haz que yo acepte con alegría los sufrimientos para mayor gloria tuya. Dame la suficiente generosidad y todo el amor necesario para sonreír en medio de la prueba, transmitiendo esperanza a los que me rodean. Y cuando la cruz sea más pesada, dame la fuerza suficiente para responder como tú: "Padre, hágase tu voluntad".

Ofrecimiento del día
(Oración de Santa Teresita del Niño Jesús)
Dios Mío, te ofrezco todas las acciones que hoy realice por las intenciones del Sagrado Corazón y para su Gloria.

Quiero santificar los latidos de mi corazón, mis pensamientos y mis obras más sencillas uniéndolo todo a sus méritos infinitos y reparar mis faltas arrojándolas al horno ardiente de su Amor misericordioso.

Dios mío, te pido para mí y para todos mis seres queridos la gracia de cumplir con toda perfección tu voluntad y aceptar por tu amor las alegrías y los sufrimientos de esta vida pasajera, para que un día podamos reunirnos en el Cielo por toda la eternidad. Amén.
Oración por los Misioneros
Corazón de Jesús, tiende una mirada hacia todos aquellos que no te conocen y hacia los trabajos de los misioneros, quienes, por tu amor, han abandonado su casa, su patria y sus cariños más íntimos. Bendice sus trabajos y concédeles la gracia de repartir el pan de la divina Palabra entre los mendigos de la Verdad. Hazles sentir que Tú estás con ellos en sus trabajos y preocupaciones, y dales la gracia de perseverar hasta el fin en la vida de abnegación para la que los has escogido: Sagrado Corazón de Jesús, por amor de tu misma gloria, protege los esfuerzos de tus Misioneros. Amén.

Oración por las vocaciones misioneras
Señor Dios, que admites a los hombres al incomparable honor de asociarlos a Cristo en la obra de la salvación de las almas, dígnate, te suplico, multiplicar entre nosotros las vocaciones y las almas verdaderamente apostólicas.

Ensancha tu mirada y dilata nuestros corazones, para que por encima de intereses y ambiciones terrenas, aspiremos a triunfos superiores a los de la fuerza, para contribuir todos de esta manera, según nuestros medios, a la extensión del Reino de Jesucristo. Amén.

Oración por las Misiones
Padre de bondad, Tu que eres rico en amor y misericordia, que nos enviaste a tu Hijo Jesús para nuestra salvación, escucha a tu iglesia misionera. Que todos los bautizados sepamos responder al llamado de Jesús: "Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos". Fortalece con el fuego de tu Espíritu a todos los misioneros, que en tu nombre anuncian la Buena Nueva del Reino.

María, Madre de la Iglesia y estrella de la evangelización, acompáñanos y concédenos el don de la perseverancia en nuestro compromiso misionero. Amén.

ORACIÓN de SAN FRANCISCO JAVIER
Eterno Dios, Creador de todas las cosas: acuérdate que tú has creado las almas de todos los hombres haciéndolas a tu imagen y semejanza. Mira, Señor, cómo por olvidarte, millones viven en la oscuridad. Acuérdate, Padre celestial, de tu Hijo Jesucristo, que derramando su sangre en la cruz, padeció por toda la humanidad. No permitas que tu Hijo sea por más tiempo menospreciado por los que no creen en Él. Escucha los ruegos y oraciones de tus escogidos los Santos y de la Iglesia, Esposa bendita de tu mismo Hijo. Acuérdate de tu misericordia, y olvidando su idolatría e infidelidad, haz que ellos conozcan también al que enviaste, Jesucristo, tu Hijo, que es salvación, vida y resurrección nuestra, por el cual somos libres y nos salvamos.

Oh Dios, que quisiste agregar a tu Iglesia las naciones de las Indias por la predicación y por los milagros de San Francisco Javier: concédenos que, ya que veneramos la gloria de sus insignes merecimientos, imitemos, también los ejemplos de sus heroicas virtudes. Por nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén.

Oración para la noche
Señor y Dios mío, te adoro y te doy gracias por este día que concluye. Te agradezco infinitamente el inmenso don de conocerte, de haber sido bautizado y ser miembro de tu Iglesia.

Te pido por los pobres, los abandonados, los enfermos, los que no tienen siquiera un poco de cariño, especialmente por todos aquellos que no te conocen.

Te ofrezco el descanso y todos los momentos de esta noche y te ruego me conserves sin pecado. Te pido perdón por todas las faltas que pude haber cometido a lo largo de este día. A ti encomiendo mi alma y te entrego mi vida. Toma Señor mi cansancio y hazme reposar en tu presencia. Amén.

Padre Nuestro Misionero
Padre nuestro que estás en el cielo... Creemos Señor, que eres nuestro Padre porque nos lo ha revelado Jesús. Pero hay una multitud de hombres que todavía ignoran el amor de tu corazón paternal y no saben rezarte la oración que tu mismo Hijo nos enseñó.
Santificado sea tu nombre... en tu nombre está encerrado el mensaje de tu amor y la historia de nuestra salvación.  Anunciando a los pueblos tu paternidad, la Iglesia misionera te hace conocer a Ti y a tu enviado Jesucristo.
Venga a nosotros tu Reino... porque sólo en tu Reino, llegamos a ser hijos tuyos y hermanos entre nosotros. Tu Reino de paz, de fe y caridad implantan los misioneros en el corazón de la humanidad.
Hágase tu voluntad... Conocerte a Ti, reconocerte en Cristo y amarte en el Espíritu Santo es tu voluntad. Sálvanos, Padre, para que podamos salvar a nuestros hermanos y se cumpla así el deseo de tu hijo: "que haya un sólo rebaño y un sólo pastor".
Danos hoy nuestro pan de cada día. "No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios" y este pan de tu palabra el mundo lo reclama. Envía predicadores de tu Evangelio para saciar a la multitud hambrienta y sedienta de justicia y amor.
Perdona nuestras ofensas... porque hemos pensado poco en nuestro deber de llevar a los que no te conocen la fe que recibimos gratuitamente. Perdónanos, Señor, porque no comprendemos todavía, la grandeza de la misericordia hacia los más necesitados.
No nos dejes caer en la tentación...  de escandalizarnos, ni de desconfiar de tu providencia amorosa ante aquellos que o creen, después de dos mil años de la muerte en la cruz de tu hijo por nosotros.
Líbranos del mal...  de ser insensibles a las necesidades de los que aún no te conocen. De este mal de la indiferencia, líbranos, Señor.
Amén.
Credo Misionero
CREO en un solo Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, de  todo lo visible y lo invisible y quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.
CREO  en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos, Dios verdadero engendrado por el Padre, que por nuestra salvación fue enviado al mundo como misionero del Padre.
Y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen y se hizo hombre. Pasó por el mundo haciendo el bien y anunciando a los hombres la Buena Noticia del Reino de Dios. Y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato. Padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día según las Escrituras. Antes de subir al cielo, fundó su Iglesia como sacramento de salvación, y envió a los Apóstoles a todo el mundo, para predicar el Evangelio a todos los hombres. Y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre, y de nuevo vendrá con gloria a juzgar a vivos y muertos, y su Reino no tendrá fin.
CREO en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria y que habló por los profetas. El es el protagonista de la misión, que guía e impulsa a la Iglesia a cumplir con el mandato de evangelizar.
CREO en la Iglesia que es una, Santa, Católica y Apostólica, nacida de la acción evangelizadora de Jesús y de los Doce, y enviada para prolongar y continuar su misión hasta el fin de los tiempos.
 CREO que evangelizar constituye la dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Ella existe para evangelizar. Que la misión de la Iglesia se halla todavía en los comienzos y que debemos comprometernos con todas nuestras energías en su servicio.
 CONFIESO que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados
  ESPERO la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro .                                                            Amén.